La alegría de servir en el campo educativo rebose en ustedes.
En el inicio del curso lectivo 2022, la Comisión Nacional de Cultura y Educación, de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR), enviamos una vez más nuestro saludo fraterno e invitación para que los integrantes de la comunidad educativa nacional, todos los habitantes de nuestra nación, nos dispongamos, con buen ánimo, a continuar la tarea educativa. Nos disponemos, con ello, a favorecer este camino de formación, en beneficio de los niños y jóvenes, de todos aquellos que tenemos, en la educación, un medio privilegiado de realización personal y social.
La crisis que hemos vivido nos ha enseñado, aun desde los medios digitales, a gestar una nueva relacionalidad, a reconocer, aún más, nuestra capacidad de ser hermanos y de vivir la amistad social.
Al comenzar este nuevo período lectivo queremos compartirles algunos desafíos que estamos percibiendo:
- En este año 2022 viviremos ya la presencialidad plena en la tarea educativa. Será esto ocasión, para fortalecer nuestros lazos fraternos y sociales. Con los cuidados necesarios y con el auxilio del Todopoderoso, podremos forjar entre todos, un mejor ámbito para asumir la riqueza de la educación.
- Más que nadie nosotros, nos sentimos ante una evidente emergencia educativa. Algunos la califican como apagón educativo. Tendremos que afrontar retos como las brechas de todo tipo que se han agudizado en este tiempo de pandemia, poner al día el estado de los centros educativos en este nuevo ritmo de presencialidad, así como la adecuada implementación de acciones remediales ante tantas lagunas que se han creado en la educación nacional.
- Es necesario realizar un esfuerzo nacional para superar esos grandes desafíos y enrumbarnos, a partir de una educación de calidad, hacia la construcción de una sociedad de paz. Nuestro querido Papa Francisco, con motivo de la convocatoria a la Jornada Mundial de la Paz del primero de enero de este año, nos dice: “La instrucción y la educación… constituyen los principales vectores de un desarrollo humano integral: hacen a la persona más libre y responsable, y son indispensables para la defensa y la promoción de la paz… son las bases de una sociedad cohesionada, civil, capaz de generar esperanza, riqueza y progreso.”
- Conscientes de la altísima misión que tenemos la comunidad educativa nacional, agradecemos a los educadores y educadoras por la gran mística que han demostrado especialmente en este tiempo de pandemia. Con esta misma actitud estamos seguros de que ellos y ellas, junto con nuestros queridos alumnos y alumnas y sus familias, estaremos todos a la altura de las circunstancias en este nuevo año lectivo que comenzamos.
- Es una oportunidad, como país, para señalar nuevos derroteros y vislumbrar nuevos horizontes, a encontrar caminos alternativos que nos permitan crecer en la tarea educativa. Será sin duda, esto, decisivo para la construcción de una sociedad más justa y solidaria, que favorezca la realización humana de todos sus miembros, ofreciendo mayores ayudas a los más necesitados, que prepare para una ciudadanía ética, fraterna, en la conquista del bien común. Estamos seguros de que las nuevas autoridades que surjan del proceso electoral que vivimos tomarán la educación como uno de los aspectos más decisivos en su programa de gobierno.
- Vivimos tiempos difíciles con amenazas serias a la paz en la escalada de violencia que se percibe en Ucrania. Es imprescindible inspirar, desde la educación, una cultura del encuentro, del diálogo como herramienta favorita para dirimir las diferencias y encontrar un camino satisfactorio para todos, para gestionar las diversidades convirtiéndolas en camino de encuentro y enriquecimiento mutuo.
- Los creyentes sentimos también en este tiempo una motivación para responder al Señor que quiere que vivamos en plenitud abiertos a su Amor. Él sostiene siempre nuestros esfuerzos en esta tarea educativa y nuestra esperanza de recoger buenos frutos. Tomamos conciencia de su presencia entre nosotros, lo invocamos, invitamos a conocernos y relacionarnos con Él a través de la educación.
Elevamos nuestra oración al Altísimo para que bendiga las labores educativas de este año 2022 de tal forma que sirva para el desarrollo integral de todos los ciudadanos, a gestar una sociedad, una Casa Común más habitable para todos.