El Pbro Luis Alberto Aguilar, Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Laicos nos comenta cómo vivieron presencialmente el Congreso Internacional «Pastores y fieles laicos, llamados a caminar juntos», organizado por el dicasterio Laicos, familia y vida, del 16 al 18 de febrero 2023 en el Vaticano.
«Previamente a los participantes se les envió un cuestionario para dar aportes que fueron recogidos en el congreso y a lo largo de las jornadas (intensas) de 8 de la mañana a 8 de la noche, bajo la dinámica de ponencias, intercambios entre los participantes, aportes y preguntas se fue desenvolviendo el encuentro.
Alrededor de 200 participantes (la mayoría laicos) de todos los continentes intercambiamos experiencias y aprendimos juntos del como ir avanzando a recuperar lo que es ser Iglesia, que como bien lo dijo el papa Pablo VI en Evangelii Nuntiandi, la Iglesia existe para evangelizar, por lo tanto esta evangelización no se hace como si se tratara de sentir que unos mandan y otros son mandados, sino de saber que todos somos corresponsables de este misión, cada uno con diferentes servicios, pero tan importantes unos como otros.
Caminar juntos no es sinónimo de uniformidad, ni mucho creer que se está buscando hacer de ella un parlamento, caminar juntos significa escucharnos sin miedo, porque todos desde el bautismo somos llamados a testimoniar en medio de los diferentes estados de vida nuestro seguimiento de Cristo; se trata entonces de una Iglesia, donde TODOS participan, UNOS disciernen y UNO al final no sin, sino con el aporte de todos habiendo hecho ese camino sinodal deciden. Por eso en el camino no hay que asustarse de escuchar, incluso a quienes tienen ideas que quizás no coincidan con las nuestras, el único miedo que debemos tener es sentir que sólo deben hablar a los que piensan igual.
Es por eso que la voz de quienes son más del 90% de los miembros de la Iglesia (los laicos) donde destacan mayoritariamente las mujeres tienen no algo que decir, sino mucho que aportar, porque «los laicos son hombres y mujeres del mundo en el corazón de la Iglesia y hombres y mujeres de Iglesia en el corazón del mundo» (Puebla 786).
Que el Espíritu Santo siga siendo el protagonista de este momento privilegiado de la historia de la Iglesia que nos corresponde vivir».