“SÍ A LA JUSTICIA, AL AMOR Y A LA PAZ”.

Mensaje de los Obispos de la Conferencia Episcopal a la Iglesia y al pueblo de Costa Rica al finalizar la CXXV Asamblea Ordinaria. «Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios» (Mateo 5, 9)

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A pocos días de celebrar el XL aniversario de la visita de San Juan Pablo II (1978-2005) a nuestro país, los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica nos hemos reunido en el marco de la CXXV Asamblea Ordinaria, entre el 6 y el 9 de febrero de 2023.

Hemos querido titular este mensaje con una de las frases que dejaron huella, en nuestro país, por parte del querido Papa, cuando el 3 de marzo de 1983, proponía una «síntesis-programa» que «se encierra en un ‘No’ y un ‘Sí’», en su discurso a los jóvenes en el Estadio Nacional, y que, sin duda, deben resonar con fuerza en el contexto actual que vivimos:  «Sí a la justicia, al amor, a la paz» (Cfr. Viaje Apostólico a América Central, Discurso del San Padre Juan Pablo II a los jóvenes, San José, Costa Rica, jueves 3 de marzo de 1983, n°7).

Compartimos algunas de las temáticas que han sido parte de nuestra reflexión.

  1. Criminalidad:

Con profundo dolor, constatamos cómo en los últimos años la cantidad de homicidios se ha incrementado en Costa Rica, llegando a niveles históricos en el año 2022, alcanzando una tasa 12,6 por cada 100.000 habitantes, muy superior a los 10 por cada 100.000 habitantes que fija la Organización Mundial de la Salud como una epidemia de homicidios.  Como muestra lamentable de ello, el pasado mes de enero ha cerrado con un alarmante y doloroso número de 73 asesinatos, cifra nunca vista antes en el país y que lo convierte en el mes más violento de nuestra historia.

Hacemos un vehemente llamado a todas las autoridades de la nación para emprender acciones concretas que pongan fin a esta tragedia que llena de dolor a nuestras familias.  Imploramos por un diálogo serio y concreto que permita tomar decisiones para combatir este mal que nos afecta a todos.  Tener presente que el fenómeno requiere una respuesta integral, no solo policial, en este sentido cuán importante es continuar la lucha contra la desigualdad social, procurando arraigar más la solidaridad y amor al más necesitado.

Igualmente, exhortamos a la sociedad a que no perdamos el sentido del valor y don sagrado de la vida, a pesar de estas noticias de muerte que tiñen la cotidianidad. No nos podemos ni nos debemos acostumbrar a la violencia.

  • Paz y fraternidad:

Asimismo, hacemos eco de las palabras del Papa Francisco, en la LVI Jornada Mundial de la Paz de este año 2023:  «Ya no podemos pensar sólo en preservar el espacio de nuestros intereses personales o nacionales, sino que debemos concebirnos a la luz del bien común, con un sentido comunitario, es decir, como un ‘nosotros’ abierto a la fraternidad universal. No podemos buscar sólo protegernos a nosotros mismos; es hora de que todos nos comprometamos con la sanación de nuestra sociedad y nuestro planeta, creando las bases para un mundo más justo y pacífico, que se involucre con seriedad en la búsqueda de un bien que sea verdaderamente común» (n° 5).

Cuando reflexionamos alrededor de una serie de males que aquejan a nuestra sociedad costarricense y al mundo en general, en una era en que el COVID-19 nos ha golpeado por casi tres años, debemos insistir en volver nuestra mirada a Dios y trabajar por la paz, la fraternidad, la unidad y el bien común.

Este llamado, lo hacemos especialmente a la clase política, para que impere el respeto, sobre todo con la sociedad a la cual deben servir; para que los discursos violentos queden de lado y recuperemos el rostro de paz y justicia social que caracterizó por muchas décadas a Costa Rica, ante todo con el respeto a la sana institucionalidad.

Como pastores de la Iglesia, ratificamos nuestra comunión con el Papa Francisco en su ferviente deseo por la paz, para que acaben las guerras que se dan en el mundo.  No dejemos de orar por las intenciones del Santo Padre, al tiempo que trabajamos y nos acercamos a los momentos culminantes del Sínodo de la Sinodalidad al cual nos ha convocado para revitalizarnos en la misión de anunciar el Evangelio.

Recientemente, el Santo Padre ha viajado a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur con el deseo de promover la paz. Precisamente, el 1º de enero de este año, después de la oración del Ángelus, el Papa Francisco insistía:  «En el mundo entero, en todos los pueblos se alza el grito: ¡no a la guerra! ¡No al rearme! Que los recursos se destinen al desarrollo: salud, alimentación, educación, trabajo».  Dios quiera que este clamor cale en el corazón de todos.

  • Necesidad de diálogo:

En medio de la criminalidad que nos golpea como nación, sabemos también que persiste la crisis educativa, así como el costo de la vida que afecta especialmente a los más vulnerables.  Vemos también que se siguen incrementado los grados de polarización entre diversos sectores.  El diálogo parece que se deja de lado para golpear al otro con palabras o acciones que no favorecen un clima de altura en el cual deben de solventarse las diferencias.

Es también responsabilidad de toda la ciudadanía trabajar con ahínco por consolidar una mejor sociedad en que se privilegie el bien común, en que digamos no a cualquier acto de corrupción y denunciemos todo aquello que va contra las leyes.

Exhortamos, especialmente a las familias como célula fundamental de la sociedad, a retomar su rol protagónico en la educación y formación de las nuevas generaciones y el respeto a la dignidad de las personas y la vida.

  • A 40 años de la Visita de San Juan Pablo II:

En los días cercanos a la celebración de los cuarenta años de la visita a nuestro país de San Juan Pablo II (1978-2005), hagamos eco con nuestro testimonio de lo que también dijo el 3 de marzo a los jóvenes de entonces:  «Sí a la solidaridad con todos, especialmente con los más necesitados; Sí a la esperanza; Sí a vuestro deber de construir una sociedad mejor» (Cfr. Viaje Apostólico a América Central, Discurso del San Padre Juan Pablo II a los jóvenes, San José, Costa Rica, jueves 3 de marzo de 1983, n°7).

Desde la Conferencia Episcopal de Costa Rica, en el contexto de la Gran Misión Nacional que convocamos en octubre de 2021, tendremos una solemne Eucaristía conmemorativa de este XL aniversario, el jueves 2 de marzo, a las 11:00 a.m. en la Catedral Metropolitana.  Asimismo, hemos preparado un concierto gratuito en el Estadio Nacional para el próximo sábado 4 de marzo como forma de recordar una visita que marcó a nuestra sociedad.  Días antes, se estarán celebrando Eucaristías y noches de Adoración para revitalizar nuestra fe y la esperanza en Jesucristo, nuestro Señor.

Queremos manifestar, de la mano con esta celebración, la importancia de que los fieles católicos hagamos conciencia por volver a los templos, por participar de manera más viva y activa de la Santa Misa, por retomar, luego de un largo periodo de pandemia, nuestro deseo ferviente por reunirnos alrededor del altar.  «La Eucaristía es la fuente y, al mismo tiempo, la cumbre de toda la evangelización», nos decía San Juan Pablo II (Ecclesia de Eucharistia, n°22).  Es vigente la vivencia del precepto dominical y fiestas de precepto.

  • Protección de Menores y Adultos en Vulnerabilidad:

En el desarrollo de nuestra Asamblea, también reafirmamos nuestro compromiso por continuar y consolidar un Hogar Seguro en la Iglesia Católica para los menores de edad y personas adultas en estado de vulnerabilidad.  Como ha insistido el Santo Padre, queda mucho camino por recorrer.  A nivel de las diócesis y de la Conferencia Episcopal se viene fortaleciendo el trabajo de las Comisiones de Protección de Menores y Adultos en Vulnerabilidad.  Ofrezcamos todos los cristianos, pero especialmente los sacerdotes, un testimonio confiado a las manos de Dios y acciones concretas para desterrar los abusos contra menores y adultos vulnerables.

  • Universidad Católica de Costa Rica:

Este año celebramos el 30 aniversario de la Universidad Católica de Costa Rica, institución que tiene como eje principal de sus acciones educativas la formación de mejores personas y mejores profesionales.  Con sedes en Moravia, San Carlos, Nicoya y Ciudad Neily, en los últimos meses se ha venido dando un remozamiento de su infraestructura para dar mejores condiciones a nuestros estudiantes, profesores y personal administrativo.

Acogiéndonos al llamado del Papa Francisco por un «Pacto Educativo Global», la Universidad Católica está comprometida en llevar educación de calidad y hacerla extensiva a todas las regiones de nuestro país.

Finalmente, hemos recordado en nuestras oraciones al Papa emérito Benedicto XVI (2005-2013), quien falleció el pasado 31 de diciembre y a quien recordamos como un hombre de fe, defensor de la verdad y discípulo humilde y fiel de Jesucristo.  Suplicamos a Dios que su testimonio de vida nos inspire para servir a la verdad que es el Señor.

Con la seguridad de nuestra oración y enviando nuestra bendición a todo el pueblo de Costa Rica, deseamos que el Señor Jesús nos guíe en este año 2023 que hemos iniciado.

En el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, a los 9 días del mes de febrero del año del Señor 2023.

José Manuel Garita Herrera, Obispo de Ciudad Quesada, Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica

Mario Enrique Quirós Quirós, Obispo de Cartago, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica

Daniel Francisco Blanco Méndez, Obispo Auxiliar de San José, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Costa Rica

Javier Román Arias, Obispo de Limón, Tesorero de la Conferencia Episcopal de Costa Rica

José Rafael Quirós Quirós, Arzobispo Metropolitano de San José

Bartolomé Buigues Oller, Obispo de Alajuela

Juan Miguel Castro Rojas, Obispo de San Isidro de El General

Manuel Eugenio Salazar Mora, Obispo de Tilarán-Liberia

Óscar Fernández Guillén, Obispo de Puntarenas

Obtenga el documento en pdf en el siguiente enlace

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